Mayo, 2025.

Foto: K. Schipper

En marzo de 2025, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 sometió a consulta pública previa el Proyecto de Revisión Intermedia de la Estrategia de Desarrollo Sostenible (EDS 2030), un documento que se adoptó en 2021 para definir las acciones de España encaminadas a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y que ahora está siendo objeto de revisión y actualización.

Hacer frente a la emergencia climática y ambiental es una de las grandes prioridades de la EDS 2030. Los efectos del calentamiento global, la contaminación del planeta, la pérdida de biodiversidad o las pandemias conllevan implicaciones alarmantes para la vida y la salud de las personas y de los ecosistemas, y es indispensable realizar cambios urgentes para mitigar los daños provocados y prevenir los futuros. Si bien la EDS 2030 aborda muchos de estos problemas, pasa por alto que el sistema alimentario actual –basado en gran parte en la explotación productiva de animales para la ganadería– está estrechamente relacionado con dichos retos medioambientales.

Hace tiempo que la comunidad científica y las entidades de protección del medio ambiente vienen advirtiendo de las consecuencias de un sistema de explotación animal que, además de las implicaciones éticas, utiliza una enorme cantidad de recursos limitados de manera ineficiente (como el uso de la superficie terrestre para monocultivos destinados a la alimentación de los animales, o el uso del agua en un contexto de sequías recurrentes en muchas zonas del país) y, es más, los contamina (por la filtración de purines en el suelo o la emisión de gases de efecto invernadero), entre otros problemas como la aparición de pandemias y la resistencia a los antibióticos.

Por lo tanto, la omisión de esta perspectiva en la EDS 2030 resulta totalmente injustificada y puede impedir gravemente la transición necesaria hacia una sociedad verdaderamente sostenible. Así lo han indicado desde la Fundación Igualdad Animal en sus aportaciones a la consulta pública previa:

  • Sería un avance significativo que los EDS 2030 incorporaran el bienestar animal en sus retos, políticas y proyectos clave, con el fin de fortalecer aún más la conexión entre el bienestar animal y las preocupaciones globales, como la salud humana, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental”.
  • Las metas (de la Agenda 2030) han de mejorarse o reformarse para abordar de forma explícita el bienestar animal dentro de los patrones de consumo, fomentando un consumo de alimentos basados en plantas”.
  • “La transición hacia una dieta más basada en plantas no solo tiene el potencial de mitigar el impacto ambiental, sino también de promover una sociedad más saludable”.

INTERCIDS suscribe y apoya las peticiones de Igualdad Animal, y urge al Gobierno a tenerlas en cuenta a la hora de revisar la EDS 2030 para adecuarla a estos retos.

 

 

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